Cuanto tiempo sin asomarme… bufff, no sé si seguiréis por aquí, si aún me leéis, espero que sí. He entrado en parte para comunicaros que este blog hace un viaje al pasado, es decir, vuelve a su origen, al blog “La chica que comía margaritas”.
Di el salto a wordpress desde allí, luego abandoné el dominio hasta que, cosas de la vida, un día descubrí que alguien lo había comprado (estaba en su derecho, claro). La verdad es que me extrañó bastante porque “La chica que comía margaritas” no es que sea un nombre muy común, no? pero flipé aún más cuando descubrí que gran parte de las entradas que tenía publicadas era mías. Un poco cambiadas para que no se notara (imagino), pero mías. Después de flipar pepinillos lo cierto es que me olvidé. Y de pronto el blog desapareció y el dominio volvió a quedar libre. Lo vi como una señal. Sí, porque yo soy muy de pequeñas señales. Así que lo recuperé y lo he reabierto llevándome todas las entradas de este blog al otro, al de las margaritas, del que ya no pienso moverme.
No sé, tengo la sensación de que más pronto que tarde los blogs desaparecerán o se reinventarán. Espero que sea lo segundo, de verdad. A mí sigue encantándome leerlos, siguen siendo los lugares donde paseo con más calma. Los blogs siempre me han parecido una pequeña casa, una cabaña, un hogar que alguien ha creado para que puedas pasar y pasear por sus rincones, sus letras, sus imágenes, su voz.
Twiter, Instagram, Facebook, etc… están muy bien, pero todo fluye demasiado rápido por allí, todo va envuelto en una inmediatez que aquí, en los blogs, no existe. Por eso me gusta. Por ello y después de tiempo siempre acabo volviendo. Porque son mi cabaña, mi refugio. El lugar donde estiro las piernas y saboreo un buen café sin prisas.
Estáis todos más que invitados a mi nuevo rincón: La chica que comía margaritas , ojalá no os haya perdido del todo. ♥
(No olvidéis seguirme por allí para que yo también pueda hacerlo y reencontraros, porfa)
❤❤❤

Pues nada, nos mudaremos nosotros también a las margaritas. 😉
Y no, los blogs no creo/quiero que mueran.
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Yo espero que tampoco, la verdad, aunque a veces dudo. Las redes sociales están muy bien, pero mal comparado son como la casa de veraneo, los blogs son más “hogar”.
Me alegrará verte en las maragaritas, Santi! Besitossss
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Allí voy, Irma, no m pierdo por nada d este mundo seguir leyéndote y compartiendo letras contigo..😉Besos y abrazos mil😘😘😘🤗✨❤
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Mil gracias, preciosa, no sabes cuánto me reconfortan tus palabras. Allí te espero! Mil besitos!! 😘😘😘 ❤❤❤
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